Las expectativas que las empresas deben cubrir suelen variar por temporadas; la demanda de productos no siempre será la misma y, por lo tanto, el sistema de producción debe adaptarse dependiendo de los cambios que se atraviesen. En este artículo te contaremos cómo adecuar tu producción y los elementos que debes tomar en cuenta.
¿Qué es el sistema de producción?
La definición de este término suele ser confundida con el significado de producción, que en sí, esta se refiere a la transformación de materia prima en un producto; mientras que el sistema de producción apunta más a todo lo que conlleva esa transformación. Entonces, podemos decir que los sistemas de producción son todos los procesos y actividades, que integran recursos humanos, materiales, información, energía, capital, maquinaria y procedimientos puntuales.
Este sistema ayuda a proporcionar una estructura que agiliza la definición de tareas, así como su ejecución. Prácticamente, permite facilitar la generación de productos dependiendo de los objetivos que la compañía haya establecido en su plan mensual.
Estos pueden clasificarse como:
Físicos: Que existen de manera física
Conceptuales: Solo existen en la mente de alguien
Naturales: Fueron creados por la naturaleza
Elaborados: Han sido creados por el hombre
Abiertos: Es un sistema difícil de rastrear y de predecir
Cerrados: Cuenta con objetivos, recursos, y actividades claras y rastreables
Técnicos: Integran el uso de tecnología para agilizar las acciones
Sociales: Se enfoca en una meta social
A pesar de las distintas categorías que tienen los sistemas de producción, comúnmente se utiliza el cerrado, pues es el más orientado al cumplimiento de metas y objetivos de manera clara y transparente. No obstante, existen otras tipologías que se emplean dependiendo de la demanda de productos que llegue a tener un negocio; te las explicamos en seguida.
Tipos de sistemas de producción
Sistema continuo
Como su nombre lo dice, en este sistema de producción se crean tantos productos como sea posible, en un tiempo corto. Algo que influye en este conjunto de acciones ininterrumpidas y predecibles, es que los productos no sufren grandes cambios, haciendo que su tiempo de transformación sea mínimo.
Sistema intermitente
En este sistema, la diferencia está en que se toma mucho en cuenta el registro de datos y las tendencias del mercado actual. Por lo tanto, la producción se basa prácticamente en la demanda por temporadas. Un ejemplo de esto es en negocios de ropa, que deben tener en cuenta que la producción de chamarras o abrigos no podría ser continua, sino que solo durará un tiempo determinado. Además de que deberán seguir produciendo otro tipo de prendas para satisfacer las necesidades del consumidor.
Sistema modular
Este tipo de sistema de producción busca generar módulos que puedan ensamblarse y retirarse para poder producir distintos productos de manera ensamblada. Algo ideal para empresas que tienen una gama amplia de artículos.
Sistema por proyectos
Este último sistema se trata de una producción personalizada por el cliente, quien decide la cantidad y características de los productos. Generando así una solicitud muy detallada que se tomará como base para crear un plan de producción.
Elementos cruciales dentro del sistema de producción
Fronteras
Este término se refiere a las posibilidades de producción y tiene la capacidad de revelar la deficiencia de algún factor de producción. Lo que les permite a los líderes empresariales conocer los límites de capacidad productiva de la organización.
Entradas
Se trata de los recursos que serán transformados en productos. Estos pueden ser materia prima, datos e información de los clientes y de los procesos internos, entre otros elementos como el capital humano, inmuebles, maquinaria y herramientas tecnológicas.
Rendimiento
Este factor del sistema de producción se enfoca en la óptima transformación de recursos, en productos, servicios u otros.
Salidas
La salida será el resultado final de la producción, o sea, los recursos ya transformados en productos, así como productos indirectos, desechos y merma.
Feedback
Este se refiere a la visión del negocio sobre las relaciones de causa y efecto de cada proceso. Ayuda a identificar errores e incongruencias, así como a monitorear que todos los procedimientos se ejecuten con éxito.
Entre otros elementos que afectan a los sistemas de producción, y que no son internos, podemos encontrar a la oferta y la demanda.
Oferta
Se trata de la mercancía que estará disponible para su venta durante un periodo específico y que cuenta con un precio ya establecido.
Demanda
Es la disposición de los consumidores para invertir dinero en productos de su preferencia.
¿Cómo implementar un sistema de producción?
Existen algunos pasos que agilizarán la creación de una mejor estructura de producción, te los compartimos para que verifiques que tu sistema de producción está funcionando bien, o para implementar uno nuevo desde cero.
Mapea cada etapa de la producción
Ya sea de manera escrita o con ayuda de un mapa conceptual, ser consciente de cada paso y etapa de la producción, así como las tareas que se llevan a cabo en cada una, es crucial para establecer un buen sistema. No olvides agregar las áreas y los responsables correspondientes para tener mayor claridad.
Establece objetivos da seguimiento a las actividades
Ya que conozcas las fases de tu producción, los recursos utilizados y quien se encargará de cada acción, podrás pasar a definir objetivos para el próximo periodo. Aquí tendrás que calcular los tiempos de producción, y tomar en cuenta las fechas de entrega. También será el momento ideal para seleccionar el tipo de sistema de producción a emplear. Recuerda que todo lo que establezcas debe ser alcanzable, y sobre todo, medible.
Elige los indicadores de desempeño más efectivos
Mide el rendimiento, los tiempos de salida, la cantidad de artículos producidos, la merma, etc. No olvides que todo lo que se mide se puede optimizar.
Registra todos los datos generados
La información sobre el comportamiento de tus clientes frente a tu oferta, la distribución y calidad del producto, debe ser registrada para poder basarse tanto en datos cuantitativos, como cualitativos. Lo que da como resultado un reporte más completo y útil.
Mantén tu sistema de producción bajo control
Los pasos previamente mencionados se pueden realizar a mano; sin embargo, esto podría conllevar una serie de errores y algunas incongruencias en los números. Cuando una empresa se encuentra en crecimiento, llega un punto en el que lidiar con tanta demanda de los clientes y con una gran cantidad de productos, ya no es rentable ni posible. Nosotros siempre recomendamos implementar una plataforma de gestión de recursos para automatizar el seguimiento de actividades, la generación de facturas, el monitoreo de cuentas por cobrar y pagar, visualizar los envíos y la cadena de suministro en su totalidad.
Entre otros beneficios que un ERP, como Oracle NetSuite, te puede brindar, están:
- Poder gestionar pedidos y órdenes de trabajo
- Organizar la información de tus productos
- Crear procesos automáticos para el control de calidad
- Administrar las solicitudes y cotizaciones
Si quieres saber más sobre cómo mantener un buen control de tu producción, y cómo implementarlo de manera efectiva, continúa con nuestro siguiente artículo.