La gestión de recursos es uno de los retos que requieren más atención al coordinar una estrategia de crecimiento dentro de una empresa. Para ello existe la cadena de suministro, que es un factor que ayuda a las compañías a definir su propio mercado, sus procesos de trabajo y su visión del futuro. ¡Conoce su definición a fondo y el porqué es tan importante!
Una cadena de abastecimiento es como una secuencia o red entre una empresa, proveedores y clientes que incluye todas las transacciones involucradas en la producción.
Para ser más claros, la cadena de suministro comprende una amplia gama de eventos desde diseño, planificación, adquisición de materia prima, inventario, ejecución, fabricación, hasta la distribución final del producto terminado al consumidor. Un flujo de trabajo que abarca la ejecución óptima de todos estos eventos y que se busca realizar dejando una huella de carbono sostenible, que sea rentable y que atienda satisfactoriamente las demandas de los compradores.
¿Te das cuenta de que se trata de prácticamente todo el motor de tu empresa? Esta es la razón por la que su gestión debe realizarse de forma cuidadosa y táctica. Los líderes en la gestión de la cadena de suministro comprenden que ésta es más que el movimiento de las materias primas hasta obtener los productos terminados. Aquellos que cuentan con una cadena de abastecimiento bien planeada y fortalecida, gestionan los procesos comerciales internos y externos con una sola finalidad: entregar el mejor servicio y producto, en un único sistema colaborativo que brinda la mejor experiencia al cliente.
Al optimizar y coordinar el lado de la oferta y la demanda de las actividades de productos y servicios para maximizar la experiencia del cliente, una empresa crea una ventaja competitiva en el mercado. Lo que nos lleva a preguntarnos lo siguiente.
¿Qué es la gestión efectiva de la cadena de suministro?
La gestión de la cadena de suministro es la coordinación, administración y estrategia que impulsa el flujo de datos, información, recursos y materiales para entregar el mejor producto y servicio a todas las partes interesadas, en el proceso de convertir las materias primas en un producto vendible y distribuirlo.
Cuando las actividades de la cadena de abastecimiento se unen en una sola visión, ya sea en una pyme o en una gran empresa, la gestión de la cadena genera una ventaja frente a los competidores, al ejecutar cada actividad de forma eficaz, reduciendo la fricción en todos los puntos internos y externos, y disminuyendo exceso de inventario, costos y pérdidas. Lo que brinda mayor calidad en todo el proceso para entregar un producto o servicio que está más allá de las expectativas del cliente final. Veamos ahora cada fase de esta cadena para comprender mejor cómo poder gestionarla con éxito.
Fases principales de una cadena de suministro
1. Planeación
Un plan siempre será imprescindible al arrancar un proyecto, así como para satisfacer las demandas de los clientes. Por lo tanto los encargados de la cadena de suministro deben planificar con anticipación.
Esto requiere de una investigación y un análisis que dé como resultado el pronóstico de la demanda. Algo que ayudará a diseñar todo el proceso desde su inicio y a determinar los indicadores que se utilizarán para asegurarse de que todo va por buen rumbo. La meta de la planeación es poder lograr un buen desempeño en términos de eficiencia.
2. Abastecimiento
Lo que sigue es elegir a los proveedores que te proporcionarán los bienes, materias primas o servicios con los que elaborarás tus productos. Esto es crucial en la cadena de abastecimiento por dos razones. La primera es que dependerá de tu buena elección el qué tan buena calidad tenga la materia prima y qué tan a tiempo lleguen. Habrá que evaluar a cada uno de los candidatos y seleccionarlos de forma minuciosa.
La segunda razón es que el abastecimiento también se trata de la administración y generación de contratos que regirán las relaciones con los nuevos proveedores y con los ya contratados previamente. Así que los gerentes de la cadena de suministro deben supervisar los procesos para realizar pedidos, recibir, administrar el inventario y autorizar el pago de facturas a tiempo.
3. Desarrollo
Aquí es donde comienza la acción y todo comienza a tomar forma. Los recursos ya están listos y todo está bien calculado para comenzar la producción. Esto significa que los encargados de la cadena de suministro deberán coordinar cada uno de los eventos involucrados en la creación del producto.
Sus responsabilidades serán la revisión y evaluación de materias primas, monitoreo de fabricación, realización de pruebas de calidad y empaque, y determinar lo que sucederá con los productos mal elaborados. Esto puede hacerse de una manera más sencilla si se cuenta con el apoyo de un software ERP que mantenga a los gerentes al tanto del desempeño y productividad de cada colaborador. Así como establecer cuánto material queda y los tiempos en que se comienza y termina cada producto.
4. Entrega
A pesar de ser un paso posterior a la producción, la entrega y todo el proceso de logística deben ser gestionados desde la fase de planeación de la cadena de abastecimiento. Ya que la venta, acomodo y recibimiento en tiendas dependen del buen manejo de la distribución. Tal actividad incluye calcular la cantidad de productos que se entregarán en cada zona, coordinar los pedidos, programar la entrega, el envío, la facturación y la recepción de pagos.
Por lo general, se debe administrar una flota de vehículos para enviar los productos, desde camiones cisterna que traen productos fabricados en el extranjero hasta camiones de flotas y servicios de paquetería que manejan la entrega de última milla. En algunos casos, las organizaciones llegan a contratar a otra empresa para que se encargue de su proceso de entrega, pues les puede ayudar a ahorrar en ciertos costos.
5. Retorno
¿Qué sucederá si tus productos son devueltos? Debes considerar la posibilidad, ya que aunque tu producto sea muy bueno puede haber errores por parte de las tiendas, o quizá haya mucho movimiento durante la entrega, lo que puede causar daños a la mercancía.
Los encargados de la cadena de suministro deben desarrollar un plan de respaldo, tanto económico como de logística en caso de devolución de productos. En algunas situaciones esto puede incluir una remanufacturación o reelaboración de un producto defectuoso. En otras, puede significar simplemente devolver un producto al almacén. Este proceso debe ser responsable y flexible para garantizar la satisfacción de las necesidades del cliente.
6. Monitoreo
En cada una de las fases se deberá realizar un monitoreo y evaluación constante en todas las áreas, ya sea producción, finanzas, recursos humanos, ventas y calidad. Esto es para tener una mayor control sobre la cadena de abastecimiento y evitar errores de forma propicia.
La gestión efectiva de la cadena de suministro permite a las organizaciones hacer entregas más rápidamente, garantizar que los productos estén disponibles, reducir los problemas de calidad y lidiar con las devoluciones con facilidad, mejorando en última instancia los beneficios tanto dentro de la organización como para los clientes.
¿Quieres saber más sobre cómo mejorar la gestión de tu cadena de abastecimiento? Te invitamos a leer nuestro artículo: 5 formas en que un almacén puede resistir una interrupción en sus operaciones.